Masturbarse antes de una cita con una mujer… ¿sí o no?

En mi consultorio, esta pregunta aparece con frecuencia: “¿Debería masturbarme antes de una cita… por si acaso?”

Muchos hombres lo hacen por miedo a correrse demasiado rápido si llegan al sexo, o para no parecer excitados durante el encuentro. Pero lo cierto es que esta práctica, aunque parezca una solución preventiva, puede tener el efecto contrario.

Pregunta anónima

Hola Elisabet. Antes de una cita suelo masturbarme para relajarme, por si la noche acaba en sexo. Me preocupa durar poco o parecer demasiado excitado. ¿Qué me recomiendas, es bueno hacer eso?

Soy Elisabet, la mujer detrás del método 5 for LIFE

Respuesta de Elisabet

Lo que describes es una preocupación muy masculina y completamente normal. Muchos hombres recurren a la masturbación previa por miedo al fracaso sexual, pero ese acto, hecho desde la ansiedad, suele tener un efecto contrario al deseado.

Cuando te masturbas antes de una cita, estás descargando energía sexual que podrías usar para seducir, conectar y mantenerte presente. Esa tensión natural no es algo que debas eliminar: es parte de tu atractivo. Y además, si lo haces de forma mecánica o muy cerca del encuentro, puedes perder sensibilidad y hasta dificultar el orgasmo posterior.

Lo que empieza como un intento de “asegurar el rendimiento”, acaba a veces en un exceso de control que desconecta la emoción. Y eso, una mujer, lo nota. Si el momento se alarga demasiado o parece forzado, la energía femenina se enfría. Y créeme: una mujer siempre preferirá un encuentro auténtico, aunque breve, que una maratón sin alma. Entre correrse pronto y no correrse nunca, siempre será mejor lo primero.

Ejercicios para mejorar tu control

No necesitas vaciarte antes para durar más. Lo que necesitas es entrenar tu cuerpo y tu mente para dominar tu excitación.

1. Respiración consciente: Cuando sientas que estás cerca del clímax, cambia el ritmo de tu respiración. Inhala profundo y exhala lento. Esto ayuda a bajar el pulso y a reconectar con tu cuerpo.

2. Entrenamiento del punto de no retorno: Durante la masturbación, detente justo antes del orgasmo. Siente la tensión, controla el impulso y respira hasta que la urgencia disminuya. Y vuelta a empezar, cuantas más veces lo hagas, mayor control. Este ejercicio refuerza tu control interno y tu sensibilidad mental.

3. Conexión corporal: Aprende a sentir sin buscar llegar. Toca, acaricia, observa tus sensaciones. No estás aguantando, estás disfrutando.

   
   

Cuando entrenas así, la eyaculación deja de ser un reflejo incontrolable y pasa a ser una decisión. Y esa sensación —la de saber que puedes elegir cuándo— te da un poder inmenso como hombre.

el truco está en ella

Hay algo que pocos hombres comprenden: no necesitas durar más si sabes cómo dar placer antes. Una mujer que ya ha sido satisfecha, relajada y excitada profundamente, te da libertad total después. Por eso, si sientes que eres de los que se corren rápido, enfoca la cita con inteligencia:

• Dedica tiempo a besar, tocar y explorar.

• Y sí… usa el cunnilingus como tu mejor aliado. No hay mujer que no valore a un hombre que la hace disfrutar sin prisa y con verdadera entrega.

  
  

Cuando ella llega primero, el ritmo lo marcas tú. No hay presión, no hay miedo, solo disfrute. Y eso, además, te hace ver más seguro, más generoso y profundamente masculino.

Reflexión final

No hay técnica más poderosa que conocerte a ti mismo. La masturbación antes de una cita no te convierte en mejor amante; lo que lo hace es tu capacidad de conectar, sostener y guiar la energía sexual.

No temas fallar. Teme no sentir. Porque cuando un hombre se entrega con presencia, deseo y calma… el tiempo deja de importar.

Y eso, es lo que una mujer jamás olvida.